El Buen vivir o Vivir bien puede ser a la vez un ideal de vida y una vivencia de algunas comunidades indígenas, pero desde los años noventa es sobre todo un discurso político muy sugerente que nace del aporte de intelectuales indígenas. Su mayor éxito político a la fecha reside en haber sido incluido en las Constituciones de Ecuador (2008) y Bolivia (2009), así como en los planes de desarrollo de los gobiernos de los mismos países.
Junto con las organizaciones indígenas y las instituciones gubernamentales pertinentes, desde el PNUD y el Sistema de las Naciones Unidas se ha dado apoyo para avanzar en el Buen vivir/Vivir bien en dos líneas prioritarias. En primer lugar, se ha ahondado en el debate, la reflexión, y la inclusión de los llamados “datos desagregados”, pues permiten comprender mejor las brechas de la población indígena respecto a la población mayoritaria y/o blanco-mestiza, y ayudan así a la elaboración de políticas públicas con mayor impacto. En segundo lugar, se ha puesto especial énfasis en la definición de los indicadores culturalmente adecuados, es decir, propios de los pueblos indígenas con base en su concepción de desarrollo.
En el marco del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas debe mencionarse el proceso de inclusión y ampliación de datos desglosados en las distintas estadísticas estatales y en los estudios de la ONU, especialmente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL; véase VV.AA., 2006), pero también del PNUD. Cabe recordar que en las recomendaciones de su segunda sesión (2003) el Foro subrayó “el papel clave del PNUD puede desempeñar en la recopilación de datos y el desglose a través de sus informes nacionales sobre desarrollo humano y los informes sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio”. Desde entonces se han publicado distintos informes de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) dedicados a la población indígena en varios países de Latinoamérica: Bolivia (2008), Ecuador (2009), Chile (2012), y Colombia (2012);[1] sin obviar informes generales de avance de los ODM igualmente con estadísticas desglosadas (Guatemala, Perú, Bolivia), e Informes de Desarrollo Humano nacionales donde también se desglosaron datos de forma especial: Nicaragua (2005), Bolivia (2007), México (2010), y Colombia (2011).
Igualmente cabe recordar que desde el primer seminario de expertos sobre “recopilación y desglose de datos relativos a los pueblos indígenas”, celebrado en febrero de 2004 en Nueva York y organizado por el PNUD a petición del Foro, se recomendó a los Estados y las agencias del Sistema de las Naciones Unidas implementar proyectos en conjunto con los pueblos indígenas para el desglose de datos. También se apuntó que el desarrollo basado en derechos es clave para los pueblos indígenas, no solo como participación en la adopción de decisiones, sino también con indicadores de especial importancia como el acceso a los territorios y a los recursos (ONU, 2004: 12).
A partir de este seminario se han ido multiplicando una serie de talleres y seminarios regionales y temáticos en los que cabe destacar los referentes al derecho a la alimentación y la seguridad alimentaria, los vinculados al Convenio de Diversidad Biológica, y los dedicados a los ODM para 2015 y más allá (hoy Objetivos de Desarrollo Sostenible). A través del proceso global de identificación de indicadores culturalmente adecuados para los ODM, y gracias a las recomendaciones de las sesiones temáticas de 2005 y 2006 del Foro Permanente, se propuso el desglose de datos, eliminar algún indicador y añadir otros, como la proporción de población indígena con control pleno y efectivo de las tierras, territorios (incluido el mar) y recursos naturales ancestrales.
De acuerdo con la “Reunión regional de expertos de América Latina y el Caribe sobre indicadores de bienestar y pueblos indígenas”, realizada bajo el paraguas del Foro en 2006 en Bilwi/Puerto Cabezas, Región Autónoma del Atlántico Norte (Nicaragua), los temas que definen el “bienestar” (aún no había consenso en el concepto de “Buen vivir/Vivir bien”) de los pueblos indígenas son ocho, la mayoría de los cuales no se han visto en ninguna estadística estatal: (i) tierra y territorios; (ii) patrimonio natural y cultural colectivo; (iii) formas de organización social; (iv) identidad (colectiva y de género); (v) libre determinación; (vi) modelos de autonomía y autogobierno; (vii) relaciones interculturales, y (viii) grado o nivel de bienestar. A estos temas corresponderían tres tipos de indicadores: (i) estructurales (reconocimiento de derechos mediante ratificación y aprobación de instrumentos jurídico-legales); (ii) de proceso (políticas y normas concretas adoptadas), y (iii) de resultado (que miden el cumplimiento total de los objetivos de los otros indicadores) (VV.AA. 2008: 65-70).
Por último y como seguimiento a este taller regional de referencia, cabe subrayar el seminario regional del PNUD, realizado en junio de 2012 en FLACSO-Sede Ecuador, para establecer un puente entre la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE) de Bolivia y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) del Ecuador, en vistas a retomar y enriquecer el trabajo sobre indicadores alternativos que ambas instituciones estaban desarrollando desde 2009 y 2010, respectivamente.
En Bolivia, a través de un proyecto piloto, UDAPE se propone incorporar a las estadísticas nacionales, por ejemplo, la variable general de “consolidación del territorio”, en cuya variable intermedia de “Reconocimiento legal/estatal. Establecimiento de límites” están los indicadores: “El territorio donde habita la comunidad pertenece a un Territorio Indígena Originario Campesino (TIOC)”, y “el TIOC ha sido titulado por el Estado”. En el Ecuador, los indicadores alternativos en que trabaja el INEC abarcan principalmente los de democracia, participación, gobernabilidad, y autopercepción de bienestar con indicadores multidimensionales de pobreza (incluyendo la pobreza subjetiva, que suele ser más elevada que la medida por los indicadores clásicos de pobreza por consumo, por ingresos, o por necesidades básicas insatisfechas). Entre los puntos de las recomendaciones del seminario regional está el de “incorporar y utilizar la variable de territorialidad en los análisis estadísticos institucionales”, incluida sobre todo para animar al gobierno ecuatoriano a dar mayor visibilidad no sólo a las desigualdades de los distintos territorios administrativos, sino a la medición del Buen vivir en base al establecimiento o no de futuras Circunscripciones Territoriales Indígenas de acuerdo con la legislación vigente y con las estrategias territoriales poco operativas del Plan nacional para el Buen vivir 2009-2013 (hoy 2013-2017).
En este proceso de acompañamiento por parte de PNUD hay varias lecciones aprendidas: (i) Si el concepto Buen vivir/Vivir bien ha de servir para reequilibrar relaciones sociales desiguales y ahondar en el reconocimiento cultural, debería vincularse primero al enfoque de derechos, y de forma prioritaria a los dos instrumentos internacionales para los pueblos indígenas (Convenio n°169 y Declaración); (ii) El indicador de proceso principal para medir el Buen vivir sería así la consulta previa, libre e informada de buena fe, por ser la llave que permite abrir la puerta a los otros derechos; (iii) las organizaciones indígenas también subrayan la importancia de los indicadores sustantivos de tierras y territorios ancestrales, autonomía y autogobierno; (iv) Una de las consecuencias del éxito político del concepto es que ahora no sólo compete a los pueblos indígenas sino a toda la población, como evidencian las Constituciones y los planes de desarrollo de Ecuador y Bolivia. Estas cuatro lecciones apuntan a que la discusión y práctica del Buen vivir se vincula con la construcción del Estado plurinacional e intercultural, uno de los mayores desafíos del siglo XXI.
Referencias
ONU (2004) “Informe del seminario sobre recopilación y desglose de datos relativos a los pueblos indígenas”. E/C.19/2004/2.
PNUD (2013). Pueblos Indígenas y los ODM.
——— (2012). Recomendaciones del Seminario internacional “Auto identificación y nuevos paradigmas metodológicos para la medición del Buen vivir desde los pueblos y nacionalidades” (Quito, Ecuador, 6 y 7 de junio de 2012). Documento no publicado.
Valdivieso, Carlos (2011). Medición multidimensional de pobreza ¿y el desarrollo humano? En Boletín RDLH Humanum, n° 76, Agosto de 2011.
VV.AA. (2008). Indicadores relevantes para los pueblos indígenas: un texto de referencia. Managua: Tebtebba/CADPI/AECID/Secretaría FPCI de la ONU. Accesible en:
VV.AA. (2006). Pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina y el Caribe: Información sociodemográfica para políticas y programas. Santiago de Chile: CEPAL / UNFPA / Fondo Indígena / CEPED.